5 mar 2012

leyendas urbanas japonesas

Botan Doro

En la primera noche de Obon, una mujer hermosa y una chica joven que sostienen una linterna dan un paseo por la casa del samurái viudo Ogiwara Shinnojo. Ogiwara se golpea violentamente con la mujer, nombrada Otsuyu, y hace voto de relación eterna. De esa noche hacia adelante, la mujer lo visita por las noches , yéndose siempre antes de amanecer. Un vecino mayor, sospechó de la muchacha, mirando a escondidas por la rendijas de la casa y ve a Ogiwara en cama con un esqueleto. Consultando a un sacerdote budista, Ogiwara encuentra que él está en peligro a menos que pueda oponerse a la mujer, y él pone un hechizo de protección en su casa. La mujer no puede entonces entrar en su casa, pero lo llama de exterior. Finalmente, incapaz de resistir, Ogiwara sale saludarla, y se lo lleva de nuevo a su casa, en un sepulcro en un templo. A la mañana siguiente encuentran el cadáver de Ogiwara entrelazado con el esqueleto de una mujer.

Urashima Taro

Urashima Taro era un niño pescador. Un día ve a unos chicos que están golpeando a una tortuga, y ayuda a la tortuga. La tortuga, herida, le da las gracias por ayudarle y regresa al mar. Un día después, la tortuga volvió. Le dijo que era la hija del emperador del mar y le invitó a un palacio donde vive el dragón dios del mar y le dio a Urashima Tarō el poder de respirar en el agua. La tortuga y él nadaron por el mar y al llegar al palacio la tortuga se convirtió en una bella princesa. Urashima Tarō se quedó en el palacio durante dos días, pero finalmente quiso volver a su hogar para visitar a su madre, que se estaba muriendo. La princesa le dio una caja misteriosa y le dijo que no debía abrir la caja nunca.
Confundido, Urashima Tarō nadó sobre la tortuga, y salieron del palacio. Al llegar a su hogar todos habían cambiado. Preguntó a todos si ellos habían oído hablar de la familia Urashima o de Urashima Tarō. Todos le dijeron que Urashima Tarō había muerto hacía ya 300 años. Urashima Tarō sorprendido porque él no había muerto y por que habían pasado tantos años en estado de shock se sentó bajo un árbol y abrió la caja. Al abrirla salió un humo blanco que recibió Urashima Tarō y se convirtió en un hombre viejo (anciano). De la caja vino una voz: «Te dije que no debías abrir la caja nunca. En la caja estaba tu edad.»

Toire no Hanako-san:

Una estudiante sale de clase, camina por el solitario pasillo y entra en los servicios de chicas. Aunque están vacios todos la chica comete el error de abrir la cuarta puerta de los servicios. A partir de ese momento ya no está sola, los fantasmales ojos de Hanako-san (más correctamente, “Toire no Hanako-san”) se clavan en ella.
Hanako-san es el fantasma de una adolescente presente en todas las escuelas de Japón, habita en el servicio de las chicas, en el reservado número cuatro. No se le responsabiliza más que de dar buenos sustos a las estudiantes en los momentos menos apropiados.